El reto
El SAR quiso conmemorar este proyecto levantando un edificio que albergaría la pantalla interactiva más grande del mundo. La forma curva del edificio, la entrada de luz incidiendo sobre el videowall y la interactividad con el usuario hacían que este proyecto se convirtiese en un verdadero desafío.
La solución
Una pantalla curva e interactiva con unas medidas de 37 metros de largo y 1,2 metros de alto. Para formar esta superficie interactiva se instaló un videowall formado por 54 monitores de 55 pulgadas dispuestos a dos alturas, que recubren gran parte del edificio.
El resultado
Más de 150 horas de trabajo culminaron con la instalación de la pantalla interactiva más grande y eficiente del mundo con nada menos que 51.840 píxeles. Gracias a ella, todos los pasajeros que visiten la estación de Riad pueden apreciar la magnitud de este macroproyecto ferroviario interactuando con la tecnología más puntera del mercado.
Una pantalla interactiva espectacular
La estructura que lo mantiene fue diseñada y fabricada en hierro en España y transportada hasta Riad junto al resto del material, donde se acabó de instalar el enorme videowall interactivo.
En cuanto a la interacción de la pantalla gigante, 14 puntos kinéticos distribuidos a lo largo de todo el videowall se encargaron de dotar a la pantalla de interactividad, detectando así la presencia de personas y mostrando a su paso contenido personalizado.
La pantalla se convierte, de esta forma, en el principal reclamo del edificio con el que el SAR quiere dar a conocer su enorme esfuerzo por haber desarrollado esta red ferroviaria que pasará a la historia.